IBL News | New York
“En el siglo XXI padecemos el analfabetismo emocional, que se ve reflejado en el consumo de drogas, la violencia, el índice de abandono escolar, suicidios, delincuencia y otros temas que tienen por eje la mala gestión de las emociones”, sostiene Lucas Malaisi, psicólogo y pedagogo.
En diálogo con el diario La Nación, el experto observa que el énfasis de la educación tradicional estaba puesto en ayudar a combatir el lectoanalfabetismo, “cosa que se logró porque hoy el 98% en América Latina sabe leer y escribir”.
La educación emocional ofrece explicaciones a cómo funcionan las emociones y cómo gestionarlas para evitar todo ese tipo de tópicos a futuro, indica.
Seguidamente explica que “la escuela sigue igual, pero hoy detectamos nuevos desafíos, si bien hay una gran resistencia en el ámbito también”.
La nota de La Nación cita una encuesta realizada en febrero de este año por el Pew Research Center en los Estados Unidos.
Allí se revela que el 70% de los adolescentes consideraban la salud mental un tema preocupante para ellos y sus pares, con la ansiedad y la depresión a la cabeza, seguidos de bullying y el uso drogas (sobre 1000 encuestados de entre 13 y 17).
Datos de esa naturaleza alertan sobre el hecho de “que el aspecto emocional haya quedado escindido de la educación, sobre todo si podría ser un factor para mejorar la calidad de vida”, concluye la información.