Marie I. Rose | IBL News
La realidad es que cualquier universidad puede introducir programas en lÃnea paso a paso y crear tÃtulos digitales de forma desagregada.
Y aunque los números en lÃnea se disparan, docenas de universidades estadounidenses corren el riesgo de hundirse debido a la insuficiente inscripción fÃsica e ingresos,
¿DeberÃan las escuelas evitar este agujero financiero e invertir agresivamente en el nuevo mercado de la educación en lÃnea?
El experto Robert Ubell señala en un artÃculo sobre EdSurge que existe “un importante mito saboteador de que la instrucción digital es demasiado cara”.
“Comience acorralando a algunos miembros de la facultad atrevidos para que trabajen juntos con un par de nuevas contrataciones, especialmente un diseñador instruccional experimentado”, dice Ubell.
Como infraestructura de software, existen excelentes opciones de plataformas de aprendizaje que permiten crear réplicas de Coursera.org o edX.org a partir de $ 10K.
“Tácticamente, es aconsejable construir solo el uno o dos necesarios para entregar durante el primer semestre. Es probable que la matrÃcula generada a partir de esos cursos iniciales subsidie los siguientes. Y asÃ. Para cuando una universidad esté lista para lanzar su próxima ronda de tÃtulos en lÃnea, los ingresos por matrÃcula de los que se entreguen en los semestres iniciales ayudarán a impulsar los próximos “, aconseja Robert Ubell, quien siguió con éxito este enfoque en Stevens y NYU.
“Un programa completo, por ejemplo, de seis cursos, deberÃa costar entre $ 150,000 y $ 200,000”, afirma John Vivolo , director de Educación en lÃnea de la Escuela de Ciencias y Salud de Katz en la Universidad Yeshiva.



























