IBL News | Nueva York
Brown se convirtió en la tercera universidad de la Ivy League en un mes en llegar a un acuerdo con la administración Trump para restablecer la financiación de la investigación.
En abril, la administración Trump bloqueó $510 millones en financiamiento para la investigación médica y de ciencias de la salud patrocinada federalmente para la universidad. En su año fiscal 2024, Brown recibió alrededor de $184 millones a través de subvenciones y contratos federales.
El nuevo acuerdo, anunciado ayer, requiere que la Universidad de Brown gaste $50 millones en programas de desarrollo de la fuerza laboral en Rhode Island durante una década. También exige que la institución cumpla con la visión de la Casa Blanca sobre atletas transgénero, antisemitismo y políticas de admisión basadas en el mérito.
Según el acuerdo, Brown dictará su plan de estudios y el contenido del discurso académico.
En una carta abierta el miércoles, la presidenta de Brown, Christina H. Paxson, dijo que el acuerdo “preserva la integridad del fundamento académico de Brown, y nos permite como comunidad avanzar después de un período de considerable incertidumbre.”
Sin embargo, la administración Trump describió el acuerdo como una victoria ideológica. La secretaria de educación, Linda McMahon, dijo que el acuerdo sería parte de un “legado perdurable de la administración Trump, uno que beneficiará a los estudiantes y a la sociedad estadounidense durante generaciones venideras”.
“La administración Trump está revirtiendo con éxito la larga captura ‘woke’ de las instituciones de educación superior de nuestra nación”, afirmó la Sra. McMahon.
Observadores, incluyendo la comunidad estudiantil y medios de comunicación como The New York Times, vieron el acuerdo como una capitulación ante la administración Trump.
Este mes, el gobierno de EE. UU. también ha llegado a acuerdos con la Universidad de Pensilvania y la Universidad de Columbia.
Los funcionarios de la Casa Blanca todavía están negociando con la Universidad de Harvard y representantes de otras escuelas.
Por otro lado, la Administración Trump acusó a la Universidad de Duke de “discriminación racial sistémica” en su sistema de atención médica y congeló $108 millones en fondos federales.
En medio de esta crisis presupuestaria, la institución está considerando despidos junto con recortes de aproximadamente $350 millones, lo que equivale a aproximadamente el 10 por ciento de su presupuesto.